Conclusiones Generales

 CONCLUSIÓN: ÉTICA PROFESIONAL Y CIUDADANÍA

Cada uno de los temas es importante por sí mismo, pero esta actividad nos permite ver cómo se entrelazan para algo más grande: buscar el bien en común en nuestro actuar como profesionistas, y ciudadanos globales. 

No solo tenemos una Declaración Universal de Derechos Humanos que estamos obligados a respetar, sino una Carta que nos hace reflexionar sobre el impacto de nuestras acciones respecto de los demás; y lo bello es que estas conclusiones se derivan del ejercicio de la empatía y la escucha, ya que este valor y aptitud nos ponen en la posición de entender, respetar y valorar al otro; y una vez que apreciamos a los demás y la vida en este planeta, es cuando podemos trabajar en conjunto por metas en común, como lo desarrolla el tema de la agencia ciudadana y el trabajo público, y como termina de explicarse en la ética planetaria.

Los temas se escogieron con el cuidado de dar una idea general: la obligación y necesidad que tenemos de trabajar por nosotros, nuestro futuro y nuestro entorno. Empecé con el derecho, porque es mi profesión, pero porque es muy fácil asumir que uno puede hacer lo que quiera cuando se ignora ese documento, y los mecanismos de la autoridad que existen para hacerlos valer.

Aparte, es todavía más fácil ignorar como dañamos a nuestro entorno cuando no tenemos empatía y escucha, por lo que es necesario abordar el problema por ambos frentes: el de la obligación y sanción, así como el deber humano, el deber ético que tenemos, nuestro compromiso con los demás de trabajar por una sociedad mejor.

E insisto, el tema de la ética planetaria es la mejor manera de darle un cierre a este camino, ya que empezamos desde lo obligatorio, hasta la reflexión íntima y el desarrollo de los valores propios. No busco regañar ni que me consideren dueña de la verdad absoluta; pero soy feliz con divulgar información (que es fidedigna), y que impulse a la reflexión de más de una persona. Mi granito de arena está en que las personas se preocupen por los demás, sin esperar algo a cambio, porque sus conclusiones internas los obligan a actuar de la mejor manera posible por un bien en general y común.